ADN FCE – LA ESENCIA DE UNA FORMACIÓN TRANFORMADORA

A menudo repito la misma frase cuando me reúno con colegas o amigos, y la conversación gira en torno a nuestra formación educativa y profesional. Siempre digo: “Yo siento que verdaderamente empecé a estudiar cuando ingresé al Ciclo Básico Común (CBC) y, posteriormente, al cursar en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE).” Estoy convencido de que mi educación previa fue una etapa de preparación para poder enfrentar los estudios universitarios. La universidad me ha dado tanto, y cada día sigo sorprendiéndome con todo lo que me ha brindado, formándome en todos los ámbitos como profesional.

La FCE no solo me dio una profesión; también me regaló amistades, movilidad social, y me abrió las puertas a la docencia. Gracias a mi formación, pude acceder a trabajos en empresas de renombre, donde adquirí valiosas experiencias que me permitieron desenvolverme en un mercado laboral altamente competitivo y desafiante.

Mi primera carrera fue la de Contador Público, que cursaba en los horarios de 7 a 9 de la mañana y de 19 a 23 horas, ya que el resto del día trabajaba a tiempo completo en una firma de auditoría. Guardo los mejores recuerdos de esa época: la juventud y el deseo de graduarme hacían que el cansancio no fuera un obstáculo. Todo era una oportunidad para aprovechar el tiempo, ya fuera repasando con amigos en la rotonda o en el patio Uriburu.

A los 23 años, aprobé la última materia y obtuve el título de Contador Público. Fue un momento inolvidable, un hito en mi vida, ya que había cumplido el primer gran objetivo que me había propuesto: obtener un título universitario.

Después de graduarme, surgió la oportunidad de ser ayudante en una de las materias que había cursado, así que inicié mi camino en la docencia como ayudante en Auditoría.

Al año siguiente, pensé en tomarme un año sabático, pero no quería alejarme de la FCE, así que comencé la Licenciatura en Administración. Esta vez, cursé menos materias porque trabajaba en una compañía de retail en América Latina, viajando varios meses al año por la región. A los 26 años, rodeado de compañeros, familiares y amigos, me gradué como Licenciado en Administración.

Mi carrera profesional fue cambiando de un Contador Público especializado en Auditoría a un Contador/Lic. En Administración especializado en la industria financiera y Fintech con foco en la automatización de procesos y la escalabilidad/eficiencia de los procesos operativos. En todo ese proceso de cambio, comprendí que la formación es un proceso constante y que el aprendizaje es parte esencial de nuestro “ADN FCE”.

La FCE no solo me proporcionó mis profesiones y consolidó mi vocación; también me enseñó que todo es posible si se estudia y trabaja con tenacidad, humildad y el deseo de contribuir a mejorar las cosas. 

La FCE es mi segunda casa y cada vez que paso por Córdoba y Junín, o me encuentro con amigos con los que estudié, o cruzo a algún alumno, no puedo evitar pensar que la mejor decisión que tomé a los diecisiete años, allá en el interior de la provincia de Buenos Aires, fue decirles a mis padres: “Quiero ir a estudiar a Buenos Aires, quiero ser Contador Público, y quiero ser Contador Público de la UBA.”

Walter G. Fernández.

Contador Público y Lic. En Administración FCE – UBA

Especialista en: Contabilidad, Auditoría, Business Processes & Automation 

Profesor Adjunto Interino Auditoría FCE-UBA

Gerente Sr. Operaciones y Técnica