El Principio del Efecto: Emprender con Brújula, Método y Convicción.
¿Cómo nace un emprendimiento exitoso? El mito popular habla de una gran idea seguida de un plan y ejecución impecable. La realidad —y la evidencia académica— nos dice otra cosa: el éxito rara vez surge de la predicción, y mucho más de la adaptación, la flexibilidad y el método.
Mi propio recorrido —del mundo corporativo a la creación de un proyecto en finanzas cuantitativas— se explica mejor con tres conceptos: el principio de Effectuation de Saras Sarasvathy, la metodología Lean Startup de Eric Ries, y el “Grit” definido por Angela Duckworth.
1. La Brújula: Del objetivo al recurso
Sarasvathy identificó dos lógicas de pensamiento emprendedor: la causal, donde se parte de una meta y se buscan los medios para alcanzarla (el mapa); y la “efectual” (Effectuation), que arranca desde lo que uno ya tiene —quién soy, qué sé, a quién conozco— y deja que los objetivos emerjan en el camino (la brújula).
Mi formación en la FCE (UBA) no me convirtió en especialista, pero sí me dio una caja de herramientas amplia: gestión, estrategia, finanzas, estadística y sobre todo, mentalidad científica. Hace años, en la facultad, un seminario de simulación bursátil encendió mi “Norte”, sabía que me quería dedicar al tema financiero e inversiones, pero no sabía cómo, no tenía un plan maestro, tenía intuición, medios disponibles y hambre de explorar. Estaba operando, sin saberlo, bajo lógica efectual.
2. El Método: Validar en vez de planear
Tener brújula no alcanza: se necesita método. Ahí entra Lean Startup. El ciclo Construir-Medir-Aprender propone validar hipótesis rápido y barato, como en un laboratorio.
Mi aplicación fue abrupta: tras ser desvinculado laboralmente en diciembre de 2023, no redacté un plan de negocios. Me di tres meses para experimentar. Mi “Producto Mínimo Viable” fue una hoja de Excel y una hipótesis sobre un patrón que detecté en los mercados financieros. Registré miles de operaciones, analicé datos y aprendí. Fue la ciencia aplicada al caos. Ese pequeño bucle de validación me dio aire, foco y sentido de dirección.
3. La Convicción: Grit, o seguir cuando nadie mira
El marco y el método necesitan combustible. Grit es pasión y perseverancia sostenida. No se trata solo de entusiasmo inicial, sino de aguantar frente a la frustración.
En ese período de 10 horas diarias durante meses de prueba y error, fue el GRIT lo que me sostuvo. Entendí que un resultado negativo no es un fracaso personal, sino un dato más. Esa convicción me permitió disociar mi autoestima de los vaivenes del mercado. El progreso, aunque lento, era real.
Conclusión: Emprender es un verbo
Mi historia no es excepcional, sino ejemplificadora. Emprender no es profetizar el futuro, es construirlo. Se empieza con lo que se tiene (Effectuation), se avanza con método (Lean) y se persiste con determinación (Grit).
La universidad no me dio un mapa, me enseñó a construir brújulas. El camino nunca es lineal, pero con dirección clara y método disciplinado, se puede avanzar incluso cuando el futuro se ve todo oscuro. La verdadera pregunta no es si tenés el plan perfecto, sino si estás dispuesto a comenzar a dibujarlo.
Marcelo Esteban Andreotti,
Licenciado en Administración de la Universidad de Buenos Aires (UBA),
Destacada trayectoria en los sectores públicos, privados y académicos.
Especialista en emprendimientos en etapas tempranas con prácticas sostenibles y modelos innovadores para el crecimiento.
Expositor frecuente en temas vinculados al ecosistema emprendedor, finanzas, innovación e inteligencia artificial entre otra.
Lidera Nirvana Quant, un innovador proyecto enfocado en finanzas cuantitativas y trading algorítmico.