Nuestra Gestión

Valores

Nuestra comunidad educativa de Ciencias Económicas debe trabajar continua y mancomunadamente en un mundo de vertiginosos cambios

Esta Facultad está formada por una gran cantidad de actores que tienen ideologías políticas distintas, preferencias y convicciones académicas radicalmente diferentes, estilos diversos. Sin embargo, hay un conjunto de valores que podemos y debemos defender y fomentar en conjunto. Estos valores son:

Pluralidad. El diálogo como base de la democracia. La verdad y el conocimiento nacen del disenso y la discusión franca, leal y abierta. Culto a la tolerancia, a la diversidad de ideas

Merito. Excelencia intelectual y mérito personal como único criterio de éxito. En nuestra comunidad no existen las riquezas familiares ni el peso de los apellidos de alcurnia. Por eso creemos en una universidad gratuita y abierta a todo aquél que esté dispuesto a abrirse camino en base a su esfuerzo y dedicación personal.

Libertad para crear, para cuestionar, para desafiar, para aprender. El único límite es el respeto a la libertad ajena y el rechazo absoluto a la violencia, física y verbal, a la descalificación y el agravio.

Honestidad Intelectual lo que pregonamos en el aula, en nuestros trabajos de investigación, lo debemos llevar a cabo en nuestra vida profesional, sea en el ámbito público o en el privado.

Compromiso ético de la Universidad con la sociedad que la contiene. La UBA refleja la prioridad que nuestra sociedad otorga a la educación pública y gratuita (y que siempre fue una característica particular de la sociedad argentina). La UBA es mantenida con recursos públicos y pertenecer a ella es un privilegio.

Por eso, es que no tenemos como misión exclusiva formar profesionales exitosos que puedan triunfar en el mercado sino que, además, debemos trabajar permanentemente para colaborar, como comunidad, con la construcción de una sociedad mejor, más justa, más solidaria, más equitativa, más abierta, más plural.

Lineamientos de Gestión

Estos valores son los cimientos sobre los que construiremos los ejes de la gestión de los próximos cuatro años. El horizonte de nuestra actividad es uno y no tengo duda que es compartido por toda la comunidad académica:

Convertir a la Universidad de Buenos Aires en la mejor Universidad de Latinoamérica, manteniendo al mismo tiempo los dos pilares que la hacen única en el mundo: la gratuidad y la masividad.

Entre otras iniciativas: meditar y abordar el conocimiento y la formación afirmando la calidad académica. Atándolo a las correspondencias posibles determinadas por las nuevas tecnologías, con profesores y alumnos. Construyendo los espacios físicos (continuando con las reformas edilicias) y virtuales para su alumbramiento en pensamiento y prácticas centradas en las necesidades del estudiantado. Reexaminando las formas de enseñanza. En síntesis, avanzar en el diseño de la Facultad del futuro que es el hoy mismo.

La formación del estudiantado debe facilitar el acceso al mercado laboral y ello implica un equilibrio entre la formación teórica y las prácticas que lo formen para un desempeño comprometido con la vida real, mediante experiencias concretas que aborden simulaciones y preparen el pasaje de los estudiantes graduados. Y en el marco de la “sociedad de la información”, extender la oferta académica ampliando posgrados y posdoctorados.

Muchos cursos están empezando a insertar programas en los que los estudiantes miran más allá de la teoría, la formación humanística, con aspectos prácticos. En equilibrio eficiente. Trabajando juntos, proponiendo y desarrollando ciencia e investigación. Este es uno de los principales desafíos de la educación y de la universidad del futuro.

Estudiar será una Experiencia Descentralizada que invite a pensar.

La universidad del futuro es, también, ensamblar la tecnología a la educación y el aprendizaje. Profesores que inviten a pensar y puedan ofrecer cursar online con espacios físicos para debatir, asistir a clase, contando con docentes que guíen ejercicios prácticos. La cuestión pedagógica en la producción del conocimiento debe enfocar hacia el alumno y su capacidad de apertura intelectual para aprender, desaprender y volver a aprender a lo largo de su vida. Desde un lugar académico que junto al trabajo intelectual seamos capaces de inspirar el desea y amor por el conocimiento.

Para estos cambios se necesitará paciencia, coraje, flexibilidad y confianza; además del presupuesto justo y necesario. Vislumbramos resultados estupendos. Con imaginación creativa, ideas reorganizadoras y visión para embarcarnos en una estrategia que se despliegue para los próximos decenios; preservando la autonomía institucional, independencia del claustro docente y libertad académica vigorosa.