Noticia 4
A lo largo de casi dos siglos, la UBA definió un mundo de conocimiento y cultura, configurando un multifacético rol de protagonista y referente de la vida académica, científica y social de la Argentina. Uno de nuestros principales orgullos es mostrar que en nuestras aulas se formaron los Premios Nobel de nuestro país; pero también nos orgullecemos de reconocernos como la cuna de muchos graduados e investigadores que han aportado a la sociedad y han llenado con su profesionalidad, conocimiento y conducta distintos ámbitos nacionales e internacionales.
Nuestra institución, pujante y prestigiosa, crece como resultado del compromiso cotidiano de sus docentes, trabajadores, investigadores y alumnos. La UBA es para nosotros nuestra casa, que abre las puertas al conjunto de la sociedad, en un ambiente de libertad y pluralidad. Tal como reza en nuestro máximo emblema, el sello mayor de la Universidad de Buenos Aires, “Argentina virtus robur et studium”: la virtud de la Argentina está en el trabajo y en el estudio. El esfuerzo y el conocimiento al servicio del país. Ese legado que se sostiene y actualiza en valores trascendentes como libertad, participación, ciencia y compromiso, y que nosotros no dejamos añejarse en el baúl de los grandes recuerdos ni nos desentendemos de su esencia. Nuestra convicción es ponerlos en práctica y aplicarlos en cada decisión y en cada acción que emprendemos.
La autonomía es la piedra fundamental de todo desarrollo universitario que, junto a convicciones como el acceso irrestricto y la gratuidad, constituyen los valores fundamentales sobre los que se erige la universidad pública en la Argentina. Y en la UBA estamos especialmente convencidos de que son –junto con las políticas de bienestar estudiantil– herramientas claves para contribuir con la cohesión social y el acceso a la educación superior de todos los sectores sociales.