Editorial: Futuro del trabajo

Editorial: Futuro del trabajo

| Por Juan Graña y Alberto Müller |

El debate actual en torno al “futuro de trabajo” es tan amplio como las inseguridades que tenemos sobre su desarrollo. Mientras a nivel mundial se discute inclusive hasta qué punto estamos frente a una etapa nueva del capitalismo –en oposición a una profundización del proceso iniciado hacia la década de los setenta–, otra parte de la literatura ya consagra un futuro sin empleo y la necesidad de reformas flexibilizadoras del mercado laboral.

Esta inseguridad sobre lo que ocurrirá conlleva de por sí una alerta. Muchas veces amparada en datos muy debatibles, se han formulado propuestas de redefinición de las relaciones laborales que las trastocarían, de una manera muy perjudicial para los trabajadores. Desmontar el andamiaje de protección al trabajador es una tarea para la que seguramente no han faltado entusiastas.

Este número intenta abordar algunas aristas relevantes para disparar reflexiones necesarias y urgentes, en busca de avanzar hacia la construcción de sociedades con mayor bienestar y más inclusivas. Este debe ser un objetivo innegociable de cualquier intento de reforma laboral.

Ahora bien, en el caso de nuestro país el debate sobre el “futuro del trabajo” no debe agotarse simplemente en qué ocurrirá –como si eso no estuviera justamente en debate–, sino también en qué problemas estructurales ya tenemos. Así, lo que debemos intentar es partir del reconocimiento de que existen profundos problemas sobre los cuales se volcarán nuevos desafíos. No es un dato desconocido el profundo deterioro de las condiciones laborales de amplias mayorías, acompañado por una fuerte polarización en los ingresos; si bien en alguna medida este nuevo panorama es asociable a lo ocurrido en otros países, el prolongado estancamiento de la economía argentina de las últimas tres décadas agrega componentes propios.

La esperanza es entonces que la efervescencia del debate actual pueda motorizar cambios que resuelvan viejos problemas y encaren algunos de los nuevos. Sea como fuere el futuro, debemos planificar la política pública de manera integral con eje en el debate tripartito entre Estado, trabajadores y empresas, ya que es la única manera de minimizar riesgos y daños sobre la población, más aún si partimos de una situación social compleja.

Mientras estos textos se terminaban de editar el mundo fue paralizado por la pandemia del Covid-19. La tragedia humana, la cuarentena y la debacle económica han sacudido el mundo que se proyectaba. A pesar de las dudas generales que se tienen sobre qué será el mundo luego de esta experiencia, en el tema que nos convoca hay algunas (pocas) certezas. Muy probablemente esta situación haya acelerado la introducción de tecnología debido a que los trabajadores a los que intentaba reemplazar son ahora vectores de la misma enfermedad y, por ende, potencial problema para lograr habilitaciones o regularidad en la producción. La automatización y digitalización resuelven ambos problemas: no se enferman y permiten teletrabajar.

Volviendo al esquema original, el primer paso de este número de Voces en el Fénix es darle un marco al debate general. ¿Qué está pasando a nivel mundial? ¿Cómo eso modifica las relaciones en el mercado laboral? ¿Cómo afecta la distribución del trabajo remunerado y no remunerado? Estas contribuciones intentan debatir cuáles son los ejes de lo que está cambiando, hasta qué punto son transformaciones relevantes que ponen en debate la estructuración misma de la sociedad como la conocemos.

Luego, debemos ver qué de todas esas tendencias ya se encuentran en movimiento, particularmente en la región y en la Argentina. Muchas de ellas recién están comenzando y muy tibiamente. Pero también esos cambios parten de una situación alejada de la que ocurre en el mundo desarrollado. Eso genera diferencias de velocidad y de niveles en los cambios esperados. Se analizan también casos paradigmáticos de sectores inmersos en este proceso para conocer qué efectos han tenido y cómo han respondido los trabajadores y sus organizaciones.

Finalmente reunimos algunos aportes sobre qué reformas son necesarias y en qué contextos deberían realizarse.