
| Por Esteban Magnani | Solo en los Estados Unidos se calcula que Internet representa el 28% del total de la inversión en publicidad. Sin embargo, muchas empresas nos suministran aplicaciones de manera gratuita. ¿Dónde está la trampa entonces? En el flujo incesante de información que circula por Internet. A continuación, algunas experiencias acerca de la manera en que nos convertimos en producto.