miércoles 4, marzo 2020

Nota de Saldo a Favor Pacto Social: ¿Está la Argentina en condiciones de suscribir este tipo de acuerdo?

La idea de que los principales actores sociales lleguen a una serie de lineamientos en pos del bien común pareciera sobrevolar desde hace varias décadas sobre el imaginario popular ante cada cambio de gobierno. Para conocer los antecedentes de estos pactos, entender cómo implementarlo y saber si se puede aplicar en la actualidad, recurrimos al profesor e historiador Marcelo Rougier.

El hecho de reunir a los diferentes actores sociales, que todos se pongan de acuerdo en una salida programática y, por qué no, la ilusión máxima de llevar adelante políticas de Estado, son sueños a los que muchos argentinos parecen no resignarse. Sobre todo, cuando lo que se busca es dejar atrás una profunda crisis económica y financiera.

En su discurso de campaña, Alberto Fernández sacó nuevamente a flote la idea de un pacto social y, como era de esperar, despertó el entusiasmo e muchos, pero también el escepticismo en otros. ¿Es posible un pacto social en la Argentina? ¿Qué características debería reunir? ¿Ya hubo pactos anteriormente? ¿Qué resultados se obtuvieron? Estas preguntas y otras son las que respondió Marcelo Rougier, Dr. en Historia y Profesor Titular de Historia Económica y Social Argentina en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).

“La idea de pacto social remite a una interacción, un acuerdo entre distintos sectores sociales, refrendado, de algún modo, por el Estado. Al hablar de estos actores, uno tiende a pensar en los empresarios y los trabajadores, pero muchas veces incluye a otros actores, vinculados al comercio, a actividades agropecuarias y a toda persona representativa de la dinámica social e institucional de cada país”, comienza la explicación Rougier.

“Básicamente, se trata de un acuerdo destinado a establecer una serie de puntos en común hacia el futuro. En términos generales se lo piensa para alcanzar metas a largo plazo, pero muchas veces incluye una serie de medidas o compromisos que están vinculados al corto plazo, por lo general relacionados a precios y salarios, que son los más difíciles de acordar”, sostiene Marcelo, Investigador Principal del CONICET, y del IIEP y Director del Centro de Estudios de Historia Económica Argentina y Latinoamericana.

La duda inherente a esto es, entonces, si los pactos sociales a largo plazo tienen más que ver con el crecimiento, y los de corto plazo con cuestiones de coyuntura, como pueden ser determinadas medidas para salir de una crisis. Rougier responde: “Básicamente tienen que ver con un acuerdo sobre la estabilización de ciertas variables macro económicas, no necesariamente en circunstancias de crisis. Aunque es cierto que se puede asociar la idea de conformar pactos sociales porque hay una situación conflictiva que requiere el acuerdo y compromiso de todos y esto implica una serie de soluciones de variables de corto plazo, para luego pensar en una estrategia de desarrollo a largo plazo, que es la que debe marcar el rumbo de hacia dónde quiere ir el país en término de políticas industriales, agropecuarias, etc.”.

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